Queremos compartir algunos aspectos a tener en cuenta en los distintos niveles y espacios en que la persona se desenvuelve, para ir eliminando los factores de riesgo de abusos e ir fortaleciendo los factores de protección, de tal manera que, conociéndolos, favorezcamos la Cultura del Buen Trato.

A nivel personal

RIESGOS: a) Las condiciones de vida de la víctima, que permiten al abusador aprovecharse de la ocasión (familias pobres, desunidas, que pasan por una crisis); b) Las características de la víctima: el género, la edad, problemas de comportamiento, capacidad deficiente. Es de notar que, en la estadística, las niñas son más abusadas en la familia y los niños en instituciones.

PROTECCIÓN: a) la buena confianza en sí mismos (as); b) el concepto positivo de sí; c) la alta eficacia en lo que realizan; d) el éxito en la escuela, el deporte, en su desempeño general.

En la familia

RIESGOS: a) la victimización previa (padres que hayan sido abusados); b) relaciones familiares con pocos límites físicos (aglutinados); c) conflictos matrimoniales; d) desórdenes psicológicos o psiquiátricos; e) adicciones al alcohol y a las drogas; f) conductas criminales (delictivas); g) que la mamá haya rechazado el embarazo por abuso sexual; h) separación o divorcio; i) aislamiento social de la familia.

PROTECCIÓN: a) hay buenas relaciones entre padre-madre e hijos: acogedoras, serenas y de apoyo, predictivas; b) las relaciones entre hermanos son de apoyo y estima, con sus normales pequeños conflictos.

En la sociedad

RIESGOS: a) las actitudes hacia la sexualidad se manifiestan con normas muy abiertas o demasiado represivas; b) mucha exposición del niño (a), adolescente a la calle, la fiesta o el internet; c) la no promoción de los derechos de los niños (as); d) la impunidad para con los abusadores; e) estructura dominada por el machismo; f) consumo de alcohol y droga; g) gran tolerancia al crimen del abuso.

PROTECCIÓN: a) respeto en la sociedad; b) atención social y rechazo de todo tipo de abuso, especialmente de niños, niñas y adolescentes; c) refuerzo de los derechos de los niños y niñas; d) buena educación y formación sexual; e) sanciones adecuadas para los abusadores; f) gobierno involucrado en proteger a los niños y niñas.

En las instituciones

RIESGO: a) los sistemas cerrados en los que no hay comunicación y acuerdos entre equipos; b) los sistemas en que los roles no son muy definidos y se mezcla la vida con el trabajo; c) los sistemas que son muy defensivos y no se puede criticar o sugerir nada (represión); d) los sistemas donde hay consumo de alcohol y droga; e) los sistemas donde hay una atmósfera sexualizada;

PROTECCIÓN: a) espacios abiertos y vigilados; b) reglas claras y obligatorias para todos; c) hay una rendición de cuentas claras y transparentes del trabajo y las responsabilidades por parte de la autoridad.

Factores pedagógicos de riesgo: a) cuando hay una orientación muy rígida hacia los roles de género; b) cuando hay un excesivo contacto físico; c) cuando la educación sexual es muy rígida o muy laxa; d) cuando no hay reglas para respetar los límites (Códigos de Conducta o de Ética); e) cuando no hay trabajo de prevención; f) cuando los padres y madres de familia no participan; g) desprecio por los derechos de los niños y de las niñas; h) cuando se da una dependencia y control de un solo maestro.

A nivel de relaciones interpersonales

RIESGO: a) cuando hay un exceso de concentración de poder y de autoridad, que no se trabaja en equipo; b) cuando no están bien definidos los límites entre la vida profesional y privada; c) cuando hay una excesiva cercanía entre los profesionales y los niños (as); d) cuando el ambiente externo es descrito como enemigo; e) cuando alguno (a) es muy, muy, muy carismático con los niños (as).

PROTECCIÓN: a) cuando hay claridad en el marco de referencia y en la dirección; b) cuando hay líneas o estándares de buena conducta o comportamiento (Códigos de Conducta explícitos); c) cuando hay una educación sexual adecuada; d) cuando los niños pueden participar en poner las reglas, los derechos; e) cuando hay estrategias de reclutamiento para el personal que se va a contratar; f) cuando hay espacios para quejas y reclamaciones; g) cuando hay un consenso sobre cómo relacionarse pedagógicamente; h) cuando hay posibilidad de lidiar con situaciones sospechosas.

Estrategias para crear lugares seguros: a) Participación: niños, niñas, adolescentes son escuchados; b) Derechos: educación sobre sus derechos y deberes; c) Reglas: se elaboran reglas con la participación de los alumnos; d) Información: hay posibilidad de informar y de tener contactos externos. Para ser efectivos en las estrategias, conviene planearlas pensando en los menores, con la colaboración de los que trabajan con ellos y teniendo en cuenta un marco de normas y valores.

Bibliografía:

Cfr. Pontificia Universidad Gregoriana, Centro para la Protección de los Menores, Programa de aprendizaje en línea para la prevención del abuso sexual de menores, julio de 2019.

Artículo publicado en: Diócesis de San Juan de los Lagos, Boletín de Pastoral 489, marzo de 2021, pp. 20-21.