Ambientes sanos y ambientes tóxicos
Caminando hacia la Cultura del Buen Trato en Nuestra Diócesis de San Juan de los Lagos
Como parte de la naturaleza humana, las personas hacemos ambientes sociales, familiares y eclesiales que generan confianza o desconfianza.
Es importante tener en cuenta que cuando se contamina el ambiente mediante una conducta negativa o dañina, generará un caos y al mismo tiempo desconfianza y tensión.
Generalmente los seres humanos tendemos al equilibrio, a adaptarnos a los contextos motivados por diferentes factores como la necesidad de aceptación, la dependencia (psicológica, económica, social), la falta de alternativas, las creencias de que así deben ser las cosas, etc.
Esta es la razón por la que los ambientes prevalecen y las personas involucradas en ellos, aun cuando puedan sentirse incómodas deciden permanecer sin cuestionarlos o tratar de modificarlos.
Pero, ¿por qué estar atentos en un ambiente que puede percibirse a simple vista sano? Es importante estar alerta siempre para captar las conductas que podamos presentar nosotros o las personas que están a nuestro alrededor, buscado no caer en la paranoia.
Pueden estar normalizadas en nuestros ambientes, conductas tóxicas de autoritarismo, violencia o asimetría de poder. Dicha toxicidad es aquella que contamina una relación queriendo tomar el control de la otra persona, de sus conductas y demás relaciones sociales y que puede en un futuro traer consecuencias negativas existenciales o emocionales para dichas relaciones.
Para poder distinguir cuáles son los ambientes tóxicos, necesitamos saber primero cuáles son las características de un entorno o ambiente saludable. Un entorno saludable es aquél donde la escucha y el respeto están presentes, se caracteriza por relaciones transparentes y con intenciones claras, donde a pesar de las diferencias o fricciones que la convivencia puede producir, buscan soluciones libres de violencia o de autoritarismo, priorizando el bienestar de cada parte y tomando en cuenta a cada miembro como válido, valioso y parte sustancial de cada relación, donde cada uno aporta desde sus posibilidades y es valorado por ello, permitiendo el crecimiento personal y fomentando relaciones abiertas y sanas con la comunidad social, familiar o eclesial.
Los ambientes tóxicos que facilitan el abuso sexual, por lo general, están influenciados por factores sociales que contaminan el desarrollo del individuo, por ejemplo, el consumo de alcohol o de alguna droga legal o ilegal, así como conductas violentas entre las personas que forman parte de dicho ambiente, relaciones con intereses ocultos o ambivalentes, además de actitudes autoritarias, machistas o de exclusión por razones económicas, de educación, entre otras.
Estos ambientes y contextos tóxicos, en ocasiones están frente a los ojos de todos y en momentos es preferible cerrarlos para obscurecer la vista, no ver la realidad y la crueldad de lo que sucede alrededor; de igual manera ante las problemáticas que se generan, algunos prefieren tapar sus oídos para no escuchar a las víctimas de tal acción.
Un ambiente eclesial que hace posible el abuso sexual es el clericalismo. Nuestras comunidades de fe, por lo general son ambientes sanos para que los fieles crezcan integralmente, pero también ha habido comunidades donde el síndrome llamado clericalismo, esta patología que está presente y que en ocasiones es favorecida por los agentes de pastoral que idolatran la figura del sacerdote, haciéndolo sentir un dios terrenal, muy especial; éste a su vez se aprovecha del empoderamiento que se le brinda para alimentar su ego, favoreciendo, en algunos el abuso y la asimetría de poder.
Es importante resaltar que el ambiente eclesial, que generalmente es un ambiente seguro, cálido y protegido, puede ser el más inseguro y destructor a causa del aprovechamiento que algunos pueden hacer de la confianza total que se les ha brindado. Es necesario abrir los ojos y hablar con claridad para no permitir que se vuelvan a dar abusos de cualquier tipo, por parte de clérigos o catequistas, a causa de normalizar o silenciar en algunas comunidades este tipo de ambientes clericales que es urgente erradicar.
Conceptos claves para fomentar la cultura de la prevención
Para concluir, se han mencionado a lo largo del texto alguno conceptos que es necesario conocer para poder evitar ambientes tóxicos que pueden ser favorables para el abuso sexual. Conocer estos conceptos ayudará a prevenir, detectar y evitar conductas y ambientes abusivos.
Asimetría de poder: existe en una relación donde una de las partes posee más poder, en razón de la edad, el conocimiento, la educación, el estatus o cualquier otro factor real o simbólico.
Abuso de poder: es aquella conducta que ejerce una autoridad ante sus subalternos para obtener provecho personal.
Autoritarismo: se manifiesta en toda conducta de imposición de la voluntad que no toma en cuenta el bienestar general sino solo los propios intereses, creencias o preferencias sobre un tema en particular.
Clericalismo: es un fenómeno patológico o síndrome que se presenta en las personas que forman parte del clero o que son religiosos (as) y que se manifiesta en el uso excesivo de poder hacia los subalternos, a causa de creer que todo lo merece y todo le está permitido.
Ambiente tóxico: se manifiesta en que es dañino para las personas involucradas en esas relaciones que se han establecido (laboral, sentimental o en el entorno de la fe).
Bibliografía:
Portillo Trevizo D., Psico-teología del discernimiento vocacional, Buena Prensa, Ciudad de México, 2017.
Portillo Trevizo D., Tolerancia cero, un estudio interdisciplinar sobre la prevención de los abusos en la Iglesia, PPC, Ciudad de México, 2019.
Artículo publicado en: Diócesis de San Juan de los Lagos, Boletín de Pastoral 487, enero de 2021, pp. 27-28.
Te dejamos a continuación los enlaces para que revises otros temas que hemos preparado para que juntos caminemos hacia una Cultura del Buen Trato:
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Introducción)
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Tema 1) – ¿Cómo uso mi poder?
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Tema 2) – El Papel de los Laicos
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Tema 3) – Hacia la Cultura de la Prevención
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Tema 4) – Lee, reflexiona y actúa
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Tema 5) – Tenemos la capacidad de elegir
- Caminando hacia la Cultura del Buen Trato (Tema 6) – Ambientes sanos y ambientes tóxicos